sábado, 19 de agosto de 2017

EL MENSAJE DE ACUARIO Cap 8 y Cap 9

CAPÍTULO VIII LA IGLESIA DE PÉRGAMO
E
l vientre bendito de la Diosa Madre del mundo, es el Edém. Nosotros salimos del Edém por la puerta del sexo, y sólo por esa puerta podremos entrar al Edém. En el huerto del Edém hay dos árboles milenarios: el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida.
"Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría y tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Y fueron abiertos los ojos de entrambos y conocieron que estaban desnudos: entonces cogieron hojas de higuera y se hicieron delantales" (Génesis 3: 6, 7).

Han pasado dieciocho millones de años y todavía estamos desnudos. Si queremos regresar al Edém debemos vestirnos de reyes y sacerdotes de la naturaleza, según el orden de Melquisedec, Rey del Fuego.
La iglesia de Pérgamo es la iglesia del fuego. Este chacra es una preciosa flor de Loto, con diez hermosísimos pétalos, saturados de felicidad. Este chacra está situado en la región del ombligo, y controla el hígado, el estómago, etc. El color de este chacra es como el de las nubes cargadas de rayos, centellas y fuego vivo. Dentro de este chacra existe un espacio triangular. En ese espacio inefable se halla la región del fuego. La región del Agni-Tatwa.
Meditando en este chacra podremos caminar por entre el fuego sin quemarnos. El que desarrolle este chacra no temerá al fuego y podrá permanecer horas enteras dentro del fuego, sin recibir ningún daño.
"Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-negro, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante al hijo de los dioses. Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-negro, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-negro salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aún el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían" (Daniel 3: 23-27).
Cuando meditamos en este chacra penetramos en el Edém. Allí encontramos a los seres humanos todavía desnudos. Sólo los hermanos del templo estamos vestidos con las vestiduras del fuego. Desarrollando este chacra nos convertimos en reyes del fuego.
Cuando la serpiente sagrada sube y llega a la altura del ombligo, se abre la iglesia de Pérgamo. Meditando internamente en este precioso loto del vientre, se nos confiere el poder de gobernar el fuego.
Avivad la llama del espíritu con el néctar divino del amor.
El fuego quema las escorias del mal. Arroja del santuario de tu alma, a los demonios del deseo.
Tu alma debe ser tan pura como la gota del rocío que vibrando de amor, se sumerge deliciosamente entre los pétalos fragantes de las rosas. Protege a tu alma contra las acechanzas del yo, mata no sólo el deseo, sino hasta las sombras mismas del árbol del deseo.
Recuerda que el semen Cristónico es la materia prima de la Gran Obra; limpia tu alma de todo deseo. Sé casto. Si tú estás seguro de haber aniquilado todo deseo, analízate a fondo; busca y rebusca en el fondo profundo de tu alma. Puede suceder que el yo te esté traicionando en otros niveles de conciencia.
Subyuga tus sentidos; controla tu mente. Mata todo deseo de vida. No desees nada.
"Y escribe al Ángel (atómico) de la iglesia de Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos (el Hijo del Hombre), dice estas cosas: Yo sé tus obras, y dónde moras, donde está la silla de Satanás (en la región del ombligo está la silla de Satán; sin embargo, el ángel atómico de Pérgamo es fiel) Pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe aún en los días en que fue Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros donde Satanás mora" (Ap. 2: 12, 13). Realmente Antipas fue un hombre que existió. Ese hombre, fue un santo mártir que murió asesinado cuando predicaba la palabra del señor.
Aquel lugar donde Antipas fue asesinado, realmente era morada de Satán. Era una sinagoga de Satanás. Este hecho fue histórico.
En el chacra del ombligo existe un átomo nuclear tenebroso. El yo se halla íntimamente relacionado con ese átomo. Esa es la silla de Satán.
"Pero tengo unas pocas cosas contra ti: Porque tú tienes ahí los que tienen la doctrina de Balaam, el cual Enseñaba a Balac a poner escándalo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación (Todas estas vulgares pasiones son de Satán. En la región del ombligo está la silla de Satán. En el campo del estómago, está la glotonería, la embriaguez, etc.). Así también tú tienes a los que retienen la doctrina de los Nicolaítas, lo cual yo aborrezco" (Ap. 2: 14, 15).
Sólo la santidad y castidad absoluta, nos convierten en ángeles. Los Nicolaítas derraman el vino sagrado del templó. Gastan el aceite de la lámpara y quedan en tinieblas. Los Nicolaítas derraman la materia prima de la Gran Obra en prácticas de Alkimia sexual.
Ese es el Tantrismo negro.
"Arrepiéntete, porque de otra manera vendré a ti presto, y pelearé contra ellos, con la espada de mi boca" (Ap. 2: 16). Esto ya está sucediendo, debemos saber que desde el
año 1950, un verbo está peleando contra ellos con la espada flamígera. Los Nicolaítas se están hundiendo en el abismo. Los Nicolaítas se convirtieron en demonios terriblemente perversos.
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido (el maná de la sabiduría Crística), y le daré una piedrecita blanca (la piedra filosofal, el sexo), y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe" (Ap. 2: 17).
Ese nombre nuevo, es el nombre de nuestro Dios Interno, el nombre del Hijo del Hombre.
Las virtudes que se necesitan para abrir la iglesia de Pérgamo, son: castidad, lealtad, fe y obediencia al Padre.
El iniciado no puede ser glotón, ni borracho ni fornicario. Los Nicolaítas fornicando desarrollan tenebrosos poderes mágicos.
El iniciado debe ser templado, fiel, casto, humilde y obediente.

CAPÍTULO IX LA IGLESIA DE TIATIRA
C
uando el fuego serpentino llega a la altura del corazón, se abre la iglesia de Tiatira. La oración y la meditación interna desarrollan y desenvuelven el chacra del corazón tranquilo. En el corazón existen siete centros sagrados que corresponden a los siete grados de poder del fuego. El corazón es el santuario del amor.
Cuídate del amor sensual. No mezcles con el éxtasis sagrado algún amor egoísta. El amor es tan puro como el lucero de la mañana. El amor es universal. El amor es impersonal, inefable, desinteresado.
Sed caritativos. Cuando nosotros criticamos la religión de otros, pecamos contra la caridad cristiana. Cultivad el respeto y la veneración. Respetad las creencias ajenas.
Respetad la religión de tu prójimo. No trates de obligar a otros a que piensen como tú.
No critiques. Recuerda que cada cabeza es un mundo. No peques más contra la caridad del Cristo.
La humanidad se divide y subdivide en grupos. Cada grupo necesita su sistema especial de Enseñanza. Cada grupo necesita su escuela, su religión, su secta.
Esos son los Mandamientos del Bendito.
Cuando criticamos a otros, violamos la ley del corazón tranquilo.
Si tú eres capaz de dar hasta la última gota de tu sangre por amor a la pobre humanidad doliente, eres entonces uno de los nuestros.
Aquel que quiera llegar hasta el altar de la iniciación, debe convertirse en un Cordero inmolado sobre el altar del supremo sacrificio.
Es necesario amar a los que nos odian, besar la mano adorable del que nos azota, limpiar las sandalias del que nos humilla.
Si un pobre mendigo te invita a su mesa, come con él, porque ese pobre mendigo es nuestro hermano. Si un leproso parte un pan y te ofrece un pedazo, recíbelo y cómelo, porque ese pobre leproso es vuestro hermano, no lo desprecies.
Sed siempre el último. No aspires a ser el primero. Siéntate en los últimos puestos; no ocupes jamás el primer puesto. Recuerda que tú no eres más que un pobre pecador. No presumas de perfecto porque perfecto sólo es tu Padre que está en secreto. Tu Dios interno está lleno de gloria; pero tú no eres sino un pobre gusano que se arrastra por el lodo. Tú no eres perfecto.
No guardes resentimientos con tu prójimo, recuerda que tu prójimo tampoco es perfecto.
No seas rencoroso ni vengativo. Amad, perdonad, besad con amor la mano del verdugo que te azota. Es necesario que tu yo se aniquile para que aquel Gran Señor de la Luz entre en tu alma.
Vístete de luz, hermano. Escuchad los diez místicos sonidos del corazón tranquilo. El primero es como la voz del Hijo del Hombre, fecundando a las aguas del Génesis para que brote la vida. El segundo es el sonido CHIN-BHINI. El tercero es el supremo sonido de la gran campana cósmica, que dimana del rayo interno de cada hombre. El cuarto es el estruendo interno de la tierra, cuyas solemnes vibraciones se repiten dentro del cuerpo de cada hombre. El quinto es como el delicioso sonido del laúd. El sexto es el címbalo de los dioses inefables resonando entre el cáliz de cada flor bendita. El séptimo sonido es el de la flauta encantada cuyas virginales melodías nos llevan a la suprema dicha de los jardines del nirvana. El octavo sonido es el del bombo. El noveno el de la exótica variación de un doble tambor. El décimo es el de los siete truenos que repiten sus voces.
Cuando llegamos a la hora nona, crucificados en la cruz del Gólgota, exclamamos con gran voz diciendo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23: 46). El supremo instante de la hora nona adviene entre relámpagos terribles, y palabras y voces y truenos (los siete truenos repiten las voces del Eterno).
La séptima palabra sólo la saben pronunciar aquellos que pasaron por la muerte suprema del yo, del mí mismo, del ego.
La lucha con Satán fue terrible. La mujer siempre cierra el sepulcro de los iniciados con una gran piedra (la bendita piedra filosofal).
La lanza suprema del dolor atraviesa el corazón de los grandes iniciados y de su herida brota sangre y agua.
La materia prima de la Gran Obra, es el vino sagrado.
Meditando internamente en el loto del corazón escucharéis los diez místicos sonidos.
Meditando en el loto del corazón controlaremos el Tatwa Vayú, y se nos conferirá poder sobre los vientos y huracanes. El loto del corazón tiene quince pétalos que resplandecen con el fuego del Espíritu Santo.
Dentro del chacra del corazón existe un espacio hexagonal del color inefable del azabache. Allí resuenan como una sinfonía de Beethoven los diez místicos sonidos de la iglesia de Tiatira. Los grandes ritmos del Mahavan y del Chotaban sostienen al universo firme en su marcha. Los ritmos del fuego son el fundamento de las exquisitas armonías del diapasón cósmico. Si tú, durante el éxtasis visitas el nirvana, debes cumplir con el sagrado deber de cantar allí de acuerdo con los ritmos del fuego. Así nos ayudas con tu verbo. El universo se sostiene por el Verbo.
Si quieres aprender a viajar conscientemente por los mundos internos, debes desarrollar el chacra del corazón. Si quieres llegar hasta el Cristo matad el deseo. Sed como el limón. Si quieres aprender a poner tu cuerpo en estado de "Jinas" debes desarrollar el  chacra del corazón... Por el sistema de la meditación interna, podemos desarrollar el chacra del corazón tranquilo.
"Y escribe el Ángel (atómico) de la iglesia de Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino dice estas cosas. Yo he conocido tus obras, y caridad y servicio y fe, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras" (Ap. 2: 18, 19). Caridad, servicio, fe y paciencia. Estas son las virtudes que se necesitan para abrir la iglesia de Tiatira.
"Mas tengo unas pocas cosas contra ti. Porque permites aquella mujer Jezabel, que se dice profetisa, Enseñar a mis siervos a fornicar y a comer cosas ofrecidas a los ídolos" (Ap. 2: 20).
Jezabel simboliza a la mujer ramera vestida de púrpura y escarlata, es la mente intelectual que nos Enseña a fornicar y a comer cosas ofrecidas a los ídolos. Jezabel es política, periodismo, diplomacia, ciencia materialista, intelectualismo de toda especie, etc. En los antiguos tiempos, Jezabel Enseñó a los hombres a comer en los templos de magia negra, comidas ofrecidas a los ídolos. Jezabel significa intelectualismo, banqueteos, borracheras, orgías, glotonería, fornicación, adulterio, ciencia materialista, etc. Los símbolos de Jezabel son el pavo o guajolote y el cerdo.
"Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha arrepentido.
He aquí, yo la echo en cama y a los que adulteran con ella, en muy grande tribulación si no se arrepintieran de sus obras" (Ap. 2: 21, 22). Jezabel es la mente satánica que no ha querido arrepentirse de sus malas obras. Los tiempos del fin ya llegaron y Jezabel y todos aquellos que adulteran con ella serán echados en lecho de dolor. Con Jezabel adulteran los moradores de la tierra y los potentados del oro y de la plata, y los buitres de la guerra, y los intelectuales que aborrecen al Eterno.
"Y mataré a sus hijos con muerte (los hijos de Jezabel son los moradores de la tierra, los intelectuales y los mercaderes de lino fino y de oro y de plata, y de seda y de grana, y de toda madera preciosa, y de cobre y de hierro y de mármol). Y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y los corazones: y daré a cada uno de vosotros según sus obras" (Ap. 2: 23).
Cuando los chacras renales resplandecen con inmaculada blancura como la flor de loto, es porque hemos llegado a la castidad suprema.
Cuando los chacras renales están teñidos con color de sangre y de pasión. Hay de nosotros; porque somos fornicarios, y el verbo nos arroja con su espada, al abismo. ¡Ay de los moradores de la tierra!
El verbo escudriña los riñones y los corazones y da a cada uno de nosotros según sus obras. El que quiera abrir la iglesia de Tiatira debe tener mente de niño. Los que adulteran con Jezabel (que se dice profetisa), no pueden conocer la sabiduría del corazón tranquilo.
El sendero secreto del corazón es sabiduría y amor. La sabiduría del sello del corazón es para los niños, es decir, para aquellos que no adulteran con Jezabel (que se dice profetisa). Si quieres abrir la iglesia de Tiatira, debes reconquistar la infancia perdida.
Jezabel es Satán; Jezabel es el yo, el mí mismo, el ego que llevamos dentro.
"Pero yo digo a vosotros, y a los demás que estáis en Tiatira, cualquiera que no tiene esta doctrina y que no ha conocido las profundidades de Satanás como dicen: yo no enviaré sobre vosotros otra carga. Empero la que tenéis, tenedla hasta que yo venga. Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las gentes; Y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantados como vaso de alfarero, como también yo he recibido de mi Padre. Y le daré la Estrella de la Mañana.
El que tiene oído oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Ap. 2: 24-29).
Cuando decapitamos y disolvemos el yo, el mí mismo, entonces recibimos la iniciación venusta. Aquél que recibe la iniciación venusta, encarna a su estrella. Es urgente saber que la estrella crucificada en la cruz, es el Cristo de los Abraxas.
La estrella es el Hijo del Hombre, la verdad. Nadie puede buscar la verdad. La verdad no puede ser conocida por el yo. Nadie puede buscar la verdad. Nadie puede buscar lo que no conoce. Jezabel (que se dice profetisa), no puede conocer la verdad. La verdad no puede ser estudiada, leída o reconocida por la mente. La verdad es absolutamente distinta a todo aquello que puede ser leído, estudiado o reconocido por la mente. La verdad adviene a nosotros cuando hemos decapitado y disuelto al yo.
Las distintas verdades de las gentes no son sino proyecciones de la mente. Los tiempos del fin ya llegaron, y todos aquellos que adulteran con Jezabel (que se dice profetisa), serán quebrantados como vaso de alfarero.
Cuando un devoto entra en la cámara del espíritu puro, siente un delicioso terror. Esa cámara sagrada está iluminada por una luz inmaculada y divina, que da vida y no hace sombra en el camino de nadie. Todo aquel que haya llegado a las alturas de la contemplación y de la iluminación, verá en esta cámara del espíritu puro, el cuadro viviente del acontecimiento del Gólgota. Ningún genio de la tierra hubiera podido pintar tanta belleza. Aquel cuadro tiene vida propia. Sangran los estigmas del Adorable, y su sangre tiñe de rojo la tierra del Gólgota. Sus amantísimas sienes atravesadas por las crueles espinas de la corona del martirio, sangran dolorosamente, y de su costado herido por la lanza de Longinus, mana sangre y agua. Aquel cuadro tiene vida en abundancia.
El sol se oculta entre su lecho de púrpura. A los pies del Calvario están los cráneos de los ajusticiados, y la sombra de la muerte. No temas, fiel devoto, mirad: La sombra de la muerte se levanta. No temas. Véncela.
Recuerda que el Señor venció a la muerte. "Huye delante de mis pasos hasta la consumación de los siglos, tú serás mi esclava, y yo seré tu Señor".
Ella ha huido, pero mirad lo que hay en el centro del santuario: Ese es el administrador.
¡Míralo! Es un gigantesco espectro vestido al estilo de los príncipes de la Edad Media.
Es el príncipe de este mundo, altivo y perverso. Es tu propio yo.
Decapítalo con tu espada flamígera, y luego disuélvelo con rigurosas purificaciones.
Así llegaréis a la iniciación venusta.
Entonces encarnaréis la Verdad.
El Verbo se hará carne en ti.
Encarnaréis al Hijo del Hombre y recibiréis la Estrella de la Mañana.

   SAMAEL AUN WEOR

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